Sin obstáculo alguno, el Municipio de Amposta – ya hemos dicho que predominaban en él los compañeros de la C.N.T.- repartió la tierra entre todos los campesinos pobres. Ni uno solo de nuestros campesinos se reservó la tierra para sí. La tierra colectivizada fue la base de esta Colectividad General que es hoy la admiración de todos. Se creó un Comité que llamamos de Control, encargado de coordinar las distintas secciones, como son: Campesinos, Industria Arrocera, Industria Pesquera, Salineros, Pintores, Albañiles, Panaderos, Vaqueros, Madera Avícola, Abastos e Intercambio.

Lucía Sánchez Saornil, “Ojalá hubiera muchos Amposta”, Umbral, 10-7-1937, p.4