El cine español ha de tener el espíritu de la revolución
El cinema español de esta hora está enfrentado con una realidad revolucionaria que no puede eludir. Intentar soslayarla, con cualquier achaque de orden industrial, es traicionar la revolución y poner al cinema bajo la servidumbre del capitalismo y de una moral burguesa, ya caducada y fenecida. El arte de las imágenes no tiene, a la hora de ahora, otra misión primordial que cumplir que la de ser el agente de propaganda más activo de la revolución proletaria, el reflejo más vivo de la nueva sociedad que están estructurando las gestas de los frentes de batalla y la labor constructiva que se realiza en la retaguardia.